Mi desarrollo en los clavados comienza a dar sus frutos...

Con apenas 14 años logre competir en el clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Sídney en el año 2000, una experiencia única que me impulsó a seguir entrenando para convencerme de que era posible.

Mi traslado a Monterrey fue una gran oportunidad para mejorar las condiciones en todos los sentidos, estando allá participe en los Juegos Centroamericanos en el 2002 y logre clasificar a los Juegos Panamericanos de Santo Domingo.
Me preparo para el clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y consigo mi primera medalla de bronce en el mundial de Barcelona España y alcanzo la clasificación para Atenas 2004.


Pero no todo es color de rosa, ya que se presentaron situaciones que me hicieron hasta dudar de mi capacidad y hubo personas tratando de frenar mi carrera diciéndome que ya era grande para esta disciplina, que lo mejor era retirarme y buscar por otro lado.

Este era el día perfecto para hacer historia. Y así fue, no solo por haber mantenido la supremacía mexicana en los clavados de los Juegos Panamericanos, sino también porque a nivel personal significó el primer oro panamericano de mi carrera.

